25 Capítulo I: Objeto de Estudio 25 A pesar que esta clase de análisis ya hubiera sido contemplado como una alternativa viable en el mundo de las ideas, la utilización de la caricatura como un instrumento de lectura de las culturas políticas había sido ajena a la discusión científica. A su vez, la proposición de la caricatura llegó acompañada de la concepción del caricaturista como observador privilegiado. Oportunidad en la que también se reconoció desde la teoría socio-cultural la existencia de una pluralidad de culturas políticas que en los estudios salvadoreños previos se negaba bajo la homogeneidad del término cultura política. Además el estudio contó con una propuesta teórica que abarcaba dentro del análisis de las culturas políticas, los individuos, los grupos, las estructuras como es el caso de los partidos políticos. Pues el debate contemporáneo sobre la cultura se dirige a establecer la constitución de un campo de conocimiento que sea consecuente con su objeto epistemológicamente fundado sobre bases más ligadas a sus referentes, evitando de esta manera los sesgos de los primeros trabajos altamente positivistas (comportamentistas), que si bien es cierto fundaron las bases para el desarrollo del estudio de los valores y sus respectivas orientaciones, también tuvieron grandes dificultades. 13 Una cuestión fundamental en la medida que la investigación exploratoria en búsqueda de antecedentes señaló que en el país todavía no se había estudiado las culturas políticas de los partidos. Por lo mismo, se construyó la argumentación necesaria para ello, puesto que la teoría de partidos políticos tampoco había planteado la posibilidad de estudiar a los partidos desde la concepción del caricaturista. En este sentido, el personal docente del Departamento de Periodismo de la Facultad de Ciencias y Humanidades de la UES, podrá valerse del presente Trabajo de Grado en las 13 Tomado del URL: editorial.unab.edu.co/revistas/reflexion/pdfs/pan_47_3_c.pdf
98 Capítulo III: Marco Teórico 98 Se constituye en el lugar de la creatividad social y en el espacio de la colectividad para que pueda expresar sus pensamientos, imaginación, creencias, acciones y reflexiones 114. Por lo tanto el imaginario colectivo se vuelve el lugar donde la colectividad se instituye a sí misma. De acuerdo a las ideas de Weber, el imaginario como tal no existe a la espera de ser descubierto. Más bien es una herramienta o concepto en la mente de quien lo postula y usa como categoría de análisis. 115 Los imaginarios colectivos se convierten en esas construcciones mentales que sustentan las culturas políticas, como herramientas que utilizan los sujetos sociales para actuar en determinados contextos partiendo de se bagaje que han formado sobre su entorno. De esa forma se presenta el texto (literalmente con sus respectivas citas) de Franklin Ramírez Gallegos, Conflicto, Democracia y Conflictos Políticos, 116 que plantea el valor de la teoría de las culturas políticas estrechamente relacionado a la teoría del imaginario colectivo. Las culturas políticas son producciones colectivas, asentadas en determinados contextos de interacción social, generadas en el marco de las articulaciones entre instituciones organizaciones y redes, y compuestas de repertorios de identificación, de narración y de representación, de reserva de saberes y de un cúmulo de experiencias (Cefaï 2001: 98). Los actores sociales son modelados por ellas, en determinados contextos de experiencia y actividad, pero a su vez las renuevan por medio de determinadas competencias, compromisos, críticas que giran en torno de las estructuras de pertinencia 4 de sus marcos de significación y de la pragmática específica con que cualifican a objetos, personas, situaciones y procesos políticos. 114 Ibíd. 115 Ibíd. 116 Tomado del URL: Conflicto%20democracia%20y%20cultura%20política.pdf
Aldo-Palazzeschi---Sorelle-Materassi-(Ita-Libro).pdf
151 Capítulo III: Marco Teórico 151 El segundo eje temático que trata sobre los partidos políticos, ha sido analizado en una vasta producción de investigaciones y estudios que refieren el papel, organización e incidencia ideológica de los mismos en la vida política y pública del país. Como ejemplo podemos citar a los autores Félix Ulloa, en sus conclusiones sobre el sistema electoral y los partidos políticos en El Salvador 218 ; Ricardo Ribera Sala, en su tarea de estudiar a los partidos políticos salvadoreños desde el golpe de estado del General Humberto Romero hasta los acuerdos de paz 219 ; Rubén Rivas Zamora, con el análisis de los partidos políticos después de la guerra civil 220 ; y el Equipo Maíz, con su análisis ilustrado de la historia de los partidos políticos de El Salvador 221. Se hace necesario mencionar que no solamente autores salvadoreños han estudiado a los partidos políticos sino que existe una amplia gama de investigaciones que buscan materializar en sus páginas el funcionamiento de los partidos políticos y su capacidad de obtener las cuotas de poder que les permitan escalar escaños claves dentro de la organización política de la sociedad. Tales investigaciones referidas a América Latina comportan un análisis centrado en los ambientes en que se desarrollan los partidos políticos, más que la observación de sus actividades y sus procesos de carácter interno 222. Ejemplo de ello se puede citar a Katz y 218 EL SISTEMA ELECTORAL Y LOS PARTIDOS POLÍTICOS EN EL SALVADOR ULLOA, Félix;.. Primera Edición; Editorial Guayampopo; San Salvador, Pp LOS PARTIDOS POLÍTICOS EN EL SALVADOR ENTRE 1979 Y 1992, EVOLUCIÓN Y CAMBIOS RIVERA Sala, Ricardo; Editorial FLACSO, San Salvador, Pp EL SALVADOR: HERIDAS QUE NO CIERRAN: LOS PARTIDOS POLÍTICOS EN LA POS-GUERRA. ZAMORA, Rubén; Editorial FLACSO, San Salvador, Pp LOS PARTIDOS POLÍTICOS DE EL SALVADOR. EQUIPO MAÍZ; Editorial Equipo Maíz; San Salvador, pp. 222 Tomado del URL: Manual2002/mgp2002_organizacion.pdf
165 Capítulo III: Marco Teórico 165 los viejos militantes del partido conocen bien los pliegues de su organización y las sutilezas de las intrigas que anidan en ellas. 247 Casi medio siglo después el panorama no ha cambiado en lo absoluto de aquel que expresará el académico francés. De ahí que, Jaime Cárdenas Gracia destacado constitucionalista mexicano en su obra Crisis de Legitimidad y Democracia Interna de los Partidos Políticos, exprese lo siguiente: Al lado de la imprescindibilidad de los partidos en las democracias modernas, la realidad política nos sigue proporcionando estos datos ahí donde existe un sistema de partidos consolidados: férrea disciplina de los partidos hacia los parlamentarios; dependencia de los diputados a los grupos parlamentarios; elaboración de programas políticos y por tanto, determinación de las decisiones políticas a cargo del partido; control casi absoluto del partido en la determinación de las listas electorales; monopolio de sanciones del partido hacia los afiliados; mandado imperativo del partido sobre los parlamentarios; tendencias a la oligarquización en el seno del partido; inclinación a sustraerse de los controles estatales; escasa regulación jurídica sobre el tema; desinterés ciudadano en la afiliación; afiliaciones colectivas; actitud de compromiso de poca confrontación entre los partidos; configuración, en algunos casos, de partidos de todo el mundo ; pérdida de definición ideológica; desigualdad entre los partidos, y sobretodo de la lejanía de los ciudadanos y centros de decisión política. 248 Ante este escenario podemos establecer como una conclusión preliminar la antinomia que se presenta entre la existencia de los partidos políticos como asociaciones de individuos que se 247 Citado por Juan Martínez Veloz en el artículo electrónico: Los Derechos de los Militantes y las Estructuras Internas de los Partidos Políticos, tomado del URL: ww.bibliojuridica.org/libros/1/347/13.pdf 248 Ibíd.
167 Capítulo III: Marco Teórico 167 su forma objetiva exteriorizada producto de la experiencia histórica de los individuos y demás actores, es la expresión del sentido de la acción social de los hombres, pues es a través de sus relaciones de desigualdad como se originan formas de pensar, sentimientos y ordenamiento de las prácticas que se manifiestan en instituciones. 252 Las culturas políticas son causa y producto, pues funda la existencia de una explicación cultural sobre la génesis de las instituciones y sobre los medios de la reconstrucción. No podemos renunciar en el estudio de las culturas políticas al análisis de una profundidad histórica donde los actores reúnen en una misma cronología la elaboración de los sistemas de significados, la construcción de valores, la formación y la reproducción de actitudes. 253 Las culturas políticas, como estructura, son también un proceso y una cosa, en la medida en que constriñen el comportamiento de los individuos, ya que estos se crean y recrean en las estructuras a través de la interacción social. Ella también se refiere al ordenamiento de los procesos interactivos, en los cuales los individuos o grupos de individuos, a través de la rutinización, el hábito, el rito, se estandarizan en prácticas de acción y construcción de los universos políticos a lo largo del tiempo y el espacio, de aquí que las culturas sean tanto el proceso como el producto de las prácticas de rutinización de hábitos, estandarización y de innovación. 254 Las culturas políticas y las formas de actuar y comportarse dependen una de otra, es decir, la cultura sólo existe en la medida en que constriñe el comportamiento individual y colectivo, y 252 Tomado del URL: editorial.unab.edu.co/revistas/reflexion/pdfs/pan_47_3_c.pdf 253 Ibíd. 254 Ibíd.
288 Capítulo VI: Exposición de los Resultados 314 p. editorial.unab.edu.co/revistas/reflexion/pdfs/pan_47_3_c.pdf q. r. s. 4/telmoyluis.htm t. u. v. w. x. y. html.rincondelvago.com/teoria-de-la-comunicacion_4html z. aa. Conflicto%20democracia%20y%20cultura%20política.pdf bb. cc. htm dd. %20EUDEBA).pdf ee. ff. gg. hh. Manual2002/mgp2002_organizacion.pdf 2ff7e9595c
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